23 de enero de 2012

Soy de esas a las que no les gusta llorar delante de nadie y sólo quiere enseñar sonrisas. De las típicas despistadas que mamá riñe cada dos por tres por no recoger la habitación, por dejar los zapatos en la entrada o porque se pasa el día entero comiendo chuches y palmeras de chocolate. De esas que se rayan a la mínima de cambio, por cualquier estupidez y que no saben como reaccionar cuando tienen a ese chico que las vuelve locas delante de sus narices. Soy de esas que pueden querer sin que se les note, que pueden morirse de celos y fingirlo sonriendo. 

Intento no recordar lo que me pone triste, pero nunca olvido lo que me hace feliz.

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